No se trató nuca de quedarme o de irme. Se trataba de enfrentar todo eso que no había hecho por años. Y, heme aquí, ¡Ecce Homo! No es la primera, ni la segunda, ni la tercera vez. Es la ya-sabe-quién-cuál-vez que tengo ring con mis demonios. Y, la verdad, las anteriores veces iba perdiendo por knock-out.
Esta vez, cariño, es diferente. El ayer murió anoche. Cinco años desde que publico en Pepper y, ajá, el que vuelve sin ser echado vuelve sin ser llamado. Hoy son tres semanas desde la última vez que, recorriendo las calles de siempre, sentía que era un desconocido. Hoy, por lo menos, no sé dónde estoy, quién soy y qué quiero. Y eso está bien. Renuncié a lo que quería y me abrí al let it happen. Amor, desde ahora que morí: highway to your boca, my love.
He visto flores romper el asfalto. He visto sonrisas que huelen a dolor. He visto lo imposible suceder. And now, guess what, high on life, ojos cafés: la vida me enseña que todo es perfecto. Dios, gracias por no estar conmigo en ese entonces. Ahora tengo el corazón en la boca y sé que es el momento y que todo, todo, tuvo un sentido. La lluvia nunca cae por error. Fuck, I´m drunk, love.
Y aquí ando deshaciendome, cariño. Mi don es mi misma maldición: tengo, en vez de un corazón, no-sé-cuántos- corazones. Soy un desastre, un caos con patas, pero también ese aquel que hace que los cuentos de hadas se hagan realidad.
Robo poesías de las paredes de los baños y vivo más de noche que de día. Soy el que soy. También bebo más de lo que debería y los domingos suelo jurar que cambiaré de vida. Los segundos nunca son aburridos conmigo, my love. Be ready for me.
Texto por: Alvaro Carillo