Cuando uno piensa en orden, pulcritud, limpieza y salud inevitablemente piensa en Virgo. Esta semana tendremos la tan anhelada Luna Nueva en el signo de la virgen el 20 de septiembre. Las lunas nuevas son momentos especiales, regalan porciones enormes de fuerza interior, sentido de la identidad y capacidad para dirigir la propia vida. Teniendo la Luna Nueva en Virgo se siente el rush perfecto para poner en marcha nuevos planes relacionados con hábitos saludables y estilo de vida. A Virgo no se le escapa nada, es bien conocido por su enorme capacidad para organizar y priorizar. Esta semana trae el impulso de empezar un nuevo capítulo, no solo es la Luna nueva en Virgo sino que además tendremos Equinoccio, la entrada del Sol al signo cardinal de Libra este 22 de septiembre.
El día de la lunación tendremos un stellium, lo que se conoce como una concentración de varios planetas en el espacio, de pocos grados. El stellium se perfeccionará el día 19 cuando Venus ingrese Virgo lo cual nos confrontará con algunas falencias que debemos modificar para llevar a cabo cambios. Ok, sí, hay que hacer ajustes para sacar adelante proyectos y nuevas rutinas de vida, lo único importante acá es no darse palo emocional y machacar la autoestima hasta quedar como suela de zapato viejo. La idea es hacer consciente la importancia de hacer cambios pero ante todo, siempre con amor, mucho amor, coraje y amor.
Sin embargo, pueden llegar aires de fantasía y falta de realidad, Neptuno hará aspectos tensos con Mercurio en Virgo el 19 y con Marte en el mismo signo el 24. Pese a que tanto Mercurio como Neptuno están en regencia (ambos en Virgo y Piscis, respectivamente) y cada uno vibra con su singular poder, no se puede desconocer lo inarmónico de la oposición, están a 180° viéndose las caras. Esta influencia acentúa la posibilidad de cometer ‘errores’ por desatención, distracción o simplemente ser astutamente engañoso. La practicidad, el realismo y la mente racional de Mercurio en Virgo se encaran a la fantasía, inspiración y ultra sensibilidad de Neptuno en Piscis.
Hay que intentar vibrar con lo mejor de cada uno de ellos; revisar pagos pendientes y decir te amo cuántas veces sea posible. Las ideas pueden venir de manera confusa propiciando la tendencia a ‘soñar despierto’, lo cual está absolutamente alejado del realismo práctico de Mercurio en Virgo.
El 22 de da el ingreso del Sol a Libra (grado 0, también conocido como Equinoccio) y un bello trígono entre Mercurio y Plutón.
El Sol en Libra anuncia la llegada de una nueva temporada, nos sentimos atraídos por el deseo de expandir relaciones y hacerlas lo más enriquecedoras posibles, el trígono entre Mercurio y Plutón da habilidad para comprender mejor la verdadera energía de las cosas, ya sea desde el punto de vista espiritual o científico. Vamos al fondo de las cosas de manera realista y sin rodeos, hay mayor capacidad de concentración y la fuerza de voluntad puede ser usada de manera inteligente, las limitaciones que hemos identificado en cada uno de nosotros ahora son vistas de manera más real y eso proporciona poder darles la vuelta con mayor eficiencia.
La oposición que les mencioné, entre Marte y Neptuno el día 24, ambos en Virgo, tiene efectos de tipo emocional y se acentúan de acuerdo a si hemos reprimido o manifestado nuestros deseos, callar o hablar. Si hemos callado pues tal vez sea posible que se disparen algunos episodios de neurosis, quizá de naturaleza sexual o psicosomática. Si hemos hablado pues puede haber una tendencia al abuso de drogas o excesos sexuales. Estas aflicciones entre Marte y Neptuno son particularmente peligrosas porque la tendencia de actuar sin pensar de Marte se impone. El juicio puede estar errado originando obsesiones perturbadoras y desequilibrios mentales. Es común que esta singular oposición genere estados de neurosis que pueden desencadenar suicidios, intoxicaciones o trágicos y confusos fines. Como esta semana Neptuno estará medio tenso pues mejor tener presente esto y apelar al realismo sin sentimentalismos.
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