Dirigir es hacer que una cosa en movimiento avance hacia una dirección determinada sin desviarse, entonces el deseo dirigido es llevar la pasión (y todo lo que la compone, por ejemplo las acciones) hacia un objetivo específico. El cielo de esta semana es poderoso, serio, se mete un poco la camisa en el pantalón y pone las cartas sobre la mesa, la semana del deseo dirigido.
Arriba parece como si hubiera una fiesta de una semana con dos parches; por un lado está el de los ‘densos’ –y no es peyorativo-, los que están en Escorpio (Marte, Júpiter y la Luna durante unos días); por otro lado está el parche de ‘conversación madura’, los que están en Capricornio (Sol, Plutón, Venus, Saturno y Mercurio). La energía en Escorpio es de deseo, de acción poderosa, de entrega con lo que se quiere y posibilidad de expandir toda la vibración; la energía en Capricornio es organizada, con objetivo claro y muy práctica, sabe lo que quiere y lo dice, es precisa y determinada. Entre los dos grupos hablarán durante toda la semana, entre todos cruzarán palabras serias, muy serias. Tal parece que la semana está cargada de dos cosas que son importantísimas –por no decir esenciales- para sacar cualquier plan o relación adelante, deseo y dirección. Y es que uno puede desear mucho enamorarse pero si no se compromete pues está difícil; por otro lado, vivir como un autómata sin una pizca de pasión pues que pereza y mejor apagamos, el tejo lanzado con pasión y dirección casi siempre hace mecha.
El lunes 8 es una especie de ‘delete con amor’, Venus en Capricornio haciendo sextil a Júpiter en Escorpio es desear y comprometerse con los pies en la tierra, si a esto se le suma una lucha incansable y coraje para transformar (Marte sextil Plutón), pues los resultados no pueden ser desfavorables, es buen día para decidirse a hacer un cambio y hacerlo con toda. Luego el martes 9 el combo de Capricornio se pone intenso y serio en verdad, allá unos con otros se unen (Sol, Plutón y Venus harán conjunciones entre sí más un sextil entre Marte y Venus). Digamos que este día es el propio día de deseo con dirección, hay una vibración poderosa de querer amar y transformar. Muchos están decididos –y desean- vibrar un amor comprometido, una relación (con persona o proyecto) ‘hightech’, algunos quieren hacer cambios para que esto suceda, porque el amor que se siente ahora da para eso, para evolucionar y empezar un ciclo con toda. Todos los aspectos de este día son conjunciones poderosas, la suma del deseo profundo, la acción y la transformación, ¡eureka!
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