Maria Montoya nació en Bogotá Colombia un día de los muertos, desde ese día hizo un pacto con el arte y le entreguó su vida, a partiur de ahí se dedico a sanarse y a sanar a otros desde su hogar: la guarida donde lame sus heridas. Al final del día puede palparse como una artista feminista de orientación espiritual.
“Estoy 20 años más cerca de mi muerte, soy colombiana, de corazón paisa y esqueleto rolo, estudié las cartas, la complejidad del amor, la poesía, mi corazón, mis lesiones, mi hogar, mis muertes, la nada y hasta el color invisible.
Cada padecimiento vivido en mis tantas vidas pasadas me trajo hasta aquí, ya era el momento de encontrar el arte, era la vida perfecta para sanarme a través de él, para ver la unión entre vida y muerte y entenderme en el mundo, en el sol, y en venus. El día que nací, nací como una maga, como una bruja, como una artista. ”
Sus principales referentes son: el amor que la mató, sus lecturas del tarot, las palabras que hubiera querido decirle a otros, sus visitas al cementerio, las historias detrás de los dibujos en su cuerpo, la muerte, su muerte.