Desde siempre, y por la influencia de su padre, Alejandro Ojeda creció haciendo fotografías con su cámara análoga compacta de 35mm, cuidando muy bien las tomas y aprovechando al máximo los rollos que se tenían a la mano. Conforme fue creciendo, su mamá lo llevaba a las exposiciones que habían en el centro de la ciudad, teniendo encuentros constantes y cercanos con el arte y la imagen y así decidió estudiar fotografía. Posteriormente, entró a estudiar Diseño Industrial donde el descubrir el diseño lo atrapó e hizo que se distanciara de la fotografía, pero los viajes y las experiencias le hicieron volver rápidamente a ella, haciendo de la imagen, objeto. Actualmente esta trabajando en dos series, Color Overcrowding y Minimal People, de las cuales verán algunas muestras en la selección fotográfica acá abajo y donde la arquitectura se vuelve elemento fundamental y medio de narración.